domingo, 7 de septiembre de 2008


Hoy asume lo que venga, sea para bien o todo mal. Y aunque pierda lo que tenga, se va a morder para aguantar. Hoy que claro ve las cosas, que ayer no vió, ni va a exigir. Sobre su pena se posa, quiere entender, para seguir. Llega la batalla, y contra el estalla, algún día va a escampar. ¿Y cómo sale de esta? quiere la respuesta, sabe que no es escapar. Hoy que raro que lo miran, se pone en pie, y quiere hablar. Y a su boca se le olvida, lo que una vez quiso explicar. Su paciencia va a montar, todo un circo para verlo desfilar, al dolor que supo ser, y al que ahora ya no quiere ver volver. Hoy se siente satisfecho, aunque aquel rol no exista más. Para vida con su pecho, y su canción vuelve a sonar. Hoy recibe los aplausos, supo ser sal y también, miel. Y conecta con sus pasos, que al resvalar, no cae bien. Terminó su guerra, los pies en la tierra y su mano a un corazón. Su pensar tranquilo, su pena un olvido y su alma una pasión.

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